Imagina entrar a tu cuenta de banco y ver una transferencia saliente de la que no tienes recuerdos. “¿Qué ha sucedido? Debe ser un error”, piensas.
Pero lo más probable es que hayas sido víctima de un robo de identidad, uno de los delitos de mayor crecimiento en nuestro país, según el Banco de México.
Piénsalo: desde que usas internet, ¿cuántas veces has compartido tus datos personales? Ya sea para hacer compras online o para crear un usuario en una App o sitio web.
Así es como, sin darnos cuenta, regalamos nuestros datos a diario.
Pero, ¿qué es un robo de identidad?
A grandes rasgos, es un delito en el que una persona utiliza tu información personal para cometer un fraude, haciéndose pasar por tí (aunque existen muchas variantes que explicamos más abajo).
¿Para qué usan tus datos?
- Para hacer compras con tus tarjetas de crédito o realizar operaciones bancarias.
- Para usar tu seguro médico.
- Para abrir cuentas de luz, agua, y teléfono a tu nombre.
- Cometer delitos a tu nombre y no dejar rastros.
¿Qué datos necesitan para robar tu identidad?
Esto dependerá del tipo de delito que quieran cometer, pero en general son:
- Nombre completo.
- Domicilio.
- Número de tarjeta de crédito, vencimiento y código de seguridad.
- Cuenta bancaria.
- Seguro social.
- Seguro médico.
Muchas veces, les alcanza con los primeros 3 datos.
Phishing, Smishing, Vishing y Spoofing: los métodos más comunes
Aunque tengan nombres que parecen salidos de una caricatura, estos son las formas más comunes en las que roban tu identidad.
- Phishing:
Un caso típico es cuando recibes un email que parece ser de tu banco, pero en realidad es falso.
Cuando sigues el link, verás un sitio sospechosamente similar al de tu banco, en el que te solicitarán que ingreses información para robar tus datos.
Ten cuidado y siempre verifica el remitente.
2. Smishing
Generalmente recibes un mensaje en el que se hacen pasar por tu banco, compañía telefónica u otra empresa legítima, contándote que “ganaste un premio”.
¿Tu día de suerte? ¡No tan rápido! Para reclamarlo, suelen pedirte que visites un sitio web engañoso y coloques tus datos para robarlos.
3. Vishing
Una voz automatizada similar a la de tu banco te llama por teléfono para pedirte datos confidenciales. Para evitar esto, tan solo ignora las llamadas que te pidan información privada ¿Fácil, cierto?
4. Spoofing
Los ladrones te llaman usando un número “enmascarado” que parece ser el de tu banco y se hacen pasar por empleados para robar tu información.
¿La solución? Cuelga el teléfono y llama a tu banco para verificar.
Otros métodos comunes:
- Revisan tu basura.
- Roban tu buzón.
- Clonan tus tarjetas.
- Replican tu perfil de redes sociales para pedir dinero a amigos.
Consejos para cuidar tu identidad
Como regla básica, ten cuidado con quién compartes tu información personal, ya sea por teléfono, email o en persona.
Recuerda: los bancos y el gobierno jamás te pedirán datos personales por teléfono.
Otras reglas sencillas que pueden ayudarte:
1. Triturar en pedazos muy pequeños la correspondencia con información sensible antes de tirarla.
2. Utiliza contraseñas creativas, con mayúsculas, minúsculas, letras y símbolos.
3. Haz tus compras online en tiendas confiables (si tienen el candadito, es un buen indicio).
4. Nunca pierdas de vista tus tarjetas si compras en algún comercio.
5. Pon privadas tus redes sociales.
6. Usar el factor de doble autenticación para iniciar sesión en cualquiera de tus cuentas (especialmente email y redes sociales).
7. Consulta regularmente el estado de tu cuenta bancaria. Si notas algún cargo o movimiento de dinero extraño, avisa a tu banco.
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